Las hemorroides son venas varicosas del recto y el ano. Las venas agrandadas se deforman con la formación de hemorroides, sus paredes se vuelven más delgadas y son fácilmente atacadas. Las hemorroides pueden ser una enfermedad independiente o una manifestación de otra patología, por ejemplo, la cirrosis hepática.
Síntomas de hemorroides
- Malestar y dolor en el ano,
- Sangrado: ocurre o aumenta después de defecar y puede provocar el desarrollo de anemia.
- Prolapso de hemorroides.
- actividad física intensa,
Causas de las hemorroides
- herencia,
- consumo de comida picante y alcohol,
- Obesidad,
- actividad física intensa,
- Estrés,
- embarazo y parto en mujeres,
- estilo de vida sedentario,
- constipación
Tipos de hemorroides
Hay tres tipos de patologías: hemorroides externas, internas y mixtas.
Interno
Las hemorroides internas son la presencia de venas varicosas dentro de la ampolla. En el interior se forman nudos en sus paredes. Las formaciones se encuentran en el espesor de la ampolla mucosa del recto, que se encuentra por encima de la zona dental. Aquí está el plexo venoso interno.
Los vínculos internos son bastante traicioneros. No se muestran en nada durante mucho tiempo. Los pequeños bultos permanecen asintomáticos en el intestino durante mucho tiempo. Solo más tarde, cuando el proceso se descompensa, los síntomas clínicos se vuelven visibles: malestar, ardor en el área anal, hinchazón en esta área, deposiciones dolorosas, sangre en el papel higiénico.
Exterior
Las hemorroides externas son una patología que ocurre cuando se altera la circulación sanguínea en la red venosa anal. En determinadas zonas de los vasos (el tejido eréctil) se produce vasodilatación, seguida de la formación de nódulos. Están ubicados justo debajo de la piel en el área debajo de la línea rectal-anal.
Existen formas comunes y complicadas de la enfermedad. Esto hace que las hemorroides sangren, se caigan, queden atrapadas y formen úlceras. Este daño a los vasos venosos en la zona anal se manifiesta con síntomas clínicos llamativos. Las hemorroides externas causan molestias en el estilo de vida habitual del paciente casi inmediatamente después de su aparición.
El paciente teme dolor en la zona anal y picazón. Aparecen por primera vez durante las deposiciones y luego están presentes constantemente. Los síntomas empeoran con la actividad física, los estornudos y estar sentado durante mucho tiempo.
Hemorroides en mujeres
Contrariamente a la creencia popular de que los hombres tienen más probabilidades de sufrir hemorroides, las hemorroides también son comunes en las mujeres. La predisposición a la enfermedad se hereda y su aparición también está determinada por el estilo de vida del paciente. A menudo ocurre en pacientes por las siguientes razones:
- Constipación;
- estilo de vida pasivo;
- El embarazo;
- como complicación durante el parto;
- debido a enfermedades vasculares.
Las hemorroides en las mujeres surgen debido a patologías en la cavidad pélvica, trastornos digestivos y tumores.
Hemorroides en hombres
Las hemorroides ocurren con una frecuencia ligeramente mayor en hombres que en mujeres. La razón de esto es la falta de atención del sexo más fuerte a su salud. En las últimas etapas de la enfermedad, acuden al médico. Las causas de las hemorroides en los hombres son las siguientes:
- Trabajo que implique predominantemente trabajo físico pesado y levantamiento de objetos pesados;
- actividad sedentaria;
- Presencia de malos hábitos: abuso de alcohol, tabaquismo;
- obesidad inducida por la dieta;
- Descuidar la necesidad de vaciar los intestinos con regularidad;
- Prolongación de las deposiciones;
- Estrés crónico.
Las causas de las hemorroides secundarias son enfermedades somáticas: procesos oncológicos, hipertensión portal, insuficiencia cardíaca.
Etapas de las hemorroides
Las hemorroides pasan por varias etapas en su desarrollo. Se caracterizan por las siguientes manifestaciones:
- Primero. En esta etapa, se nota un sangrado moderado por hemorroides en el ano. El paciente lo nota tras defecar sobre papel higiénico. En otras ocasiones prácticamente no hay sangrado. A veces, las deposiciones van acompañadas de un dolor punzante. En la forma externa aparece una pequeña formación en el ano. Es doloroso. Con la variante interna de la enfermedad, se observa un ligero sangrado.
- Segundo. A partir de este nivel se manifiesta un cuadro clínico más pronunciado con un complejo sintomático característico. Los ganglios venosos ya sobresalen, pero también retroceden por sí solos hacia el recto. Este proceso va acompañado de una ligera liberación de sangre. Las manifestaciones clínicas típicas incluyen prolapso de hemorroides. La sangre se libera después de defecar o en reposo. Hay secreción mucosa del ano, ardor, descamación alrededor del ano y picazón. Se pueden caer nudos. Esto ocurre después de una actividad física importante con estreñimiento y movimientos bruscos.
- Tercero. En esta etapa, los nudos se caen. Ya no puedes retirar dinero de forma independiente. Para reducir las formaciones se debe realizar un procedimiento especial. Puedes hacer la reducción manual tú mismo. Cuando ocurre el prolapso, comienza el sangrado. Ocurre después de un esfuerzo físico intenso. El paciente presenta sangrado tanto en reposo como después de defecar. Siente picazón y descamación de la piel cerca del ano. A menudo la situación se complica por la formación de fisuras anales, heridas e incontinencia del esfínter. El paciente siente un malestar constante y un dolor punzante paroxístico. A menudo se libera moco mezclado con sangre del ano. Una pequeña cantidad indica adelgazamiento de las paredes de los nodos. Una gran cantidad de sangre indica que el coágulo de sangre se ha extendido más allá del bulto.
- Cuatro. Esta etapa reduce significativamente la calidad de vida. Los nudos se caen y no se pueden ajustar ni manualmente ni mediante procedimientos especiales de reducción. El paciente pierde constantemente sangre de los ganglios. El sangrado aumenta después de defecar. El paciente experimenta molestias debido a la incontinencia del esfínter rectal. El paciente experimenta regularmente dolores agudos. Se hacen visibles numerosas heridas y grietas alrededor del ano. Se rasca constantemente esta zona y se desarrolla una infección secundaria. Los coágulos de sangre que se forman pueden desprenderse en cualquier momento y bloquear el flujo sanguíneo a través de los vasos pélvicos.
Las tácticas de tratamiento del paciente dependen de la etapa identificada de las hemorroides. En las primeras etapas de la enfermedad, se utiliza una terapia conservadora. En las últimas etapas del proceso inflamatorio, se utilizan técnicas quirúrgicas para el tratamiento.
Diagnóstico de hemorroides.
El diagnóstico de esta enfermedad no es difícil. Lo lleva a cabo un proctólogo o cirujano. El médico entrevista al paciente, conoce sus quejas y le proporciona información sobre el curso de la enfermedad. Luego realice las siguientes actividades:
- Inspección. Examinas a los pacientes en una silla. Para hacer esto, acerque las rodillas lo más posible al estómago. Si no hay silla disponible, el examen se realiza en posición rodilla-codo. El médico examina la zona del ano. Revela su deformidad anal. Evalúa la piel que lo rodea y examina las hemorroides.
- Examen de los dedos. Se examina el estado de los esfínteres externo e interno, así como de la membrana mucosa. El médico determina la ubicación y el tamaño de las hemorroides. Está examinando la posibilidad de reducirlos.
- Anoscopia. Este método endoscópico le permite examinar hasta 12 cm del canal anal. Los pacientes toleran este procedimiento sin ningún problema. Con su ayuda, se determina la ubicación de los nodos internos.
- Sigmoidoscopia. Se prescribe para excluir patología del intestino superior.
Si es necesario identificar complicaciones y enfermedades concomitantes, se deriva al paciente a otros tipos de exámenes: ecografía abdominal y gastroscopia.
Tratamiento de hemorroides
El tratamiento de esta patología depende del estadio de la enfermedad, la presencia de complicaciones y el estado general del paciente.
Supositorios para hemorroides
Los supositorios son muy eficaces en el tratamiento de las etapas iniciales de las hemorroides internas. Se utilizan como principal método terapéutico. Tienes las siguientes ventajas:
- el medicamento se aplica tópicamente a los vasos y tejidos dañados y no se absorbe en el torrente sanguíneo general;
- eliminar rápidamente las manifestaciones patológicas;
- sin efectos secundarios;
- son cómodos de usar;
- Tienen un mínimo de contraindicaciones.
Posteriormente, los supositorios rectales se utilizan como terapia complementaria para la rehabilitación y el tratamiento de seguimiento. Los supositorios para hemorroides se dividen según su efecto en el cuerpo:
- Analgésico. Los analgésicos están contenidos en supositorios para hemorroides.
- Antiinflamatorio. Estos medicamentos se utilizan cuando hay inflamación de los ganglios y los tejidos circundantes. Reducen la actividad de la mucosa rectal y en las venas agrandadas.
- Anticoagulantes. Los medicamentos que contienen estas sustancias reducen la formación de coágulos de sangre. Detienen la coagulación de la sangre venosa.
- Hemostático. Cuando se sangra de los ganglios, se utilizan supositorios con agentes hemostáticos.
- Inmunomoduladores. Normalizan la inmunidad local y aumentan la resistencia de los tejidos a las infecciones.
Su acción tiene como objetivo aliviar las exacerbaciones y ralentizar la progresión de las hemorroides.
Ungüento para hemorroides
Los medicamentos se utilizan para las hemorroides externas e internas. El paquete contiene boquillas especiales para administrar el medicamento en el recto. Contienen las siguientes sustancias:
- anticoagulantes;
- venotónicos;
- hemostáticos;
- antiinflamatorio;
- inmunomoduladores;
- hormonal;
- astringentes;
- Antisépticos.
Los ungüentos se utilizan en las primeras etapas de la formación de nódulos. Eliminan los principales síntomas que molestan al paciente en esta etapa: irritación de la piel y las membranas mucosas, picazón y ardor.
Pastillas para hemorroides.
Los medicamentos en tabletas más importantes para el tratamiento de la enfermedad son los fármacos del grupo de los venotónicos y los angioprotectores. Fortalecen la pared vascular, previenen la progresión de las hemorroides y aumentan el tono de las venas. Si el dolor intenso persiste, a los pacientes se les recetan analgésicos.
Cirugía para eliminar las hemorroides.
Actualmente se utilizan técnicas quirúrgicas clásicas y mínimamente invasivas en cirugía para extirpar las hemorroides. Se llevan a cabo en la tercera y cuarta etapa del proceso patológico. Se utilizan los siguientes procedimientos mínimamente invasivos:
- Desarterización: se ligan las arterias que irrigan el ganglio;
- Ligadura de látex: excluye la formación hemorroidal del torrente sanguíneo colocando un anillo de látex en su base;
- Escleroterapia: se inyecta una preparación especial en el ganglio y se pegan sus paredes;
- Coagulación con láser: el láser coagula toda la formación de la vena;
- Criodestrucción: el nodo se congela con nitrógeno líquido.
Hoy en día, la cirugía clásica sólo se utiliza cuando un pequeño procedimiento no produce el resultado deseado.
Prevención de hemorroides
- Trate el estreñimiento y la diarrea rápidamente.
- Mantener una higiene cuidadosa después de defecar.
- Asegúrate de llevar una dieta equilibrada con suficiente fibra vegetal.
- Haz deporte, evita levantar objetos pesados.
Diploma
En el caso de las hemorroides, puede producirse inflamación, trombosis, estrangulamiento e incluso necrosis de las hemorroides. Esto conduce al desarrollo de síntomas de hemorroides agudas: picazón y dolor intenso en el ano, enrojecimiento, hinchazón y agrandamiento de las hemorroides.
En casos severos, las hemorroides agudas pueden causar complicaciones purulentas graves, especialmente paraproctitis.
El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado oportuno no solo pueden prevenir la aparición de hemorroides agudas, sino también reducir significativamente o eliminar por completo los síntomas de la enfermedad en la mayoría de las personas.
La visita al proctólogo debe realizarse lo antes posible, y las personas mayores de 45 años preferiblemente deben contactar a un especialista para la prevención, incluso en ausencia de manifestaciones clínicas visibles de la enfermedad.